EL CANTO DE JANO

2015

Hay una conversación desfasada que se da en la literatura de distintas épocas, voces que hablan y se contestan a través del tiempo, como ecos, o como las respuestas que ensayamos para un fantasma.
De un lado, Louise May Alcott, la autora de Mujercitas. Del otro, Walter Benjamin, hurgando2015en las ruinas del siglo XIX, para entender las formas del siglo XX. Allá El joven Werther, de Goethe, aquí Marguerite Duras y sus soliloquios sobre la escritura; los ejercicios de la memoria de Georges Perec, y el puro presente de Clarice Lispector.
Se escribe al leer, se lee al mirar, y también oímos la voz de un texto, mezclada con nuestra propia voz. Al tocarse dos imágenes o dos textos, o una imagen y una palabra, a veces saltan chispas que crean una cosa nueva. Esa línea de fricción, a veces casi imperceptible o tan delgada como el canto de una hoja de papel, es el territorio de Jano. 

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